Por Rodolfo A. Rico*
Quienes gobiernan en Venezuela parecen haber escogido el camino de la burla al pueblo venezolano. Lo que no hace sino agravar la conflictividad y las carencias sociales. Es una burla cuando no se asume ningún tipo de responsabilidad sobre la situación actual. O cuando las “soluciones” no son sino un negocio privado como ocurre con las cajas CLAP que de alimento tienen bien poco. Es una burla cuando una oportunidad de dirimir los conflictos como las elecciones se usa para exacerbarlos y no se dan suficientes garantías. También es una burla cuando se inventan los números de viviendas construidas o cuando se construyeron a sabiendas que aumentaba la presión sobre la demanda de los servicios básicos de la zonae por supuesto colapsaron. La dictadura se burla de la salud de los venezolanos cuando se inventa soluciones mágicas y los trabajadores del sector salud fallecen por la falta de condiciones para su trabajo. O cuando se les pide a los educadores que inicien sus clases sin las condiciones mínimas necesarias, sin una propuesta educativa de cara a la pandemia por Covid-19 que también azota al país.
La burla está presente cuando los gobernantes hablan fuera de Venezuela de un país que no existe. De una épica que está muy alejada de la sobrevivencia del venezolano de a pie. Ese que no tiene como cocinar, ni con qué comer, ni formas de movilizarse porque no hay combustible. Ese que tiene que decidir entre comer él (o ella, usualmente ella) o sus familiares.
Ya basta. Basta de la burla y de la represión. De la amenaza constante. De la vigilancia a través de todos los registros. De condicionar los derechos por el color político. O de convertir, promover las miserables formas que tiene el chavismo de garantizar lo que son derechos en un beneficio.
Venezuela es un país que muere de inanición en medio de una Emergencia Humanitaria Compleja. Un país condenado al sufrimiento por ambición de poder, que debe soportar un estado de excepción que se ha convertido en regla para el abuso de poder y excusa para el creciente autoritarismo. Sin embargo, pese a todo, los venezolanos siguen reclamando para vivir con dignidad. Y sin burlas.
- @RodoARico / Periodista. Defensor de Derechos Humanos